Trekking

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martes, 17 de diciembre de 2024

Belén de cumbres 15/12/2025

 Como es tradición, en diciembre hacemos una excursión para poner un Belén montañero o Belén de cumbres. Esta vez nos hemos acercado al pueblo de Llamazares. La semana anterior cayó una nevada curiosa, así que nos encontramos con nieve. Esta vez iniciamos la marcha 17 personas. Un buen grupo. Nos costó encontrar lugar en Llamazares para aparcar los coches.

Iniciando la marcha por la pista nevada

A la mitad del pueblo parte una pista hacia el sur que asciende por la ladera. Es ladera norte, así que vamos siempre por la sombra. Al principio la nieve apenas cubre el camino. Se avanza sin dificultad. 

Somos un grupo numeroso

Pronto la pendiente se hace más fuerte. Y la nieve cubre más. Además, es blanda, en forma de polvo, así que hundes los pies bastante. Va a ser un esfuerzo importante.

Paisaje nevado fantástico

Desde luego, el paisaje es fantástico. La nieve cubre las laderas, los picos, los árboles también retienen nieve. El cielo está totalmente despejado. Aunque hace bastante frío, pronto entramos en calor.

El avance requiere esfuerzo. Entramos en calor

Dejamos a un lado el desvío que lleva hacia el Bodón. Nosotros seguimos hacia arriba por la ladera. Un poco más adelante, la pendiente se hace de nuevo más suave. El avance es más cómodo, pero la nieve cubre por completo la pista.

Seguimos por la pista, ahora con poca pendiente

De vez en cuando hacemos una parada para reponer fuerzas y reagruparnos. Hay gente que avanza con rapidez, mientras otros se lo toman con más calma. Vemos el sol a lo lejos. Todo el camino transcurre a la sombra de la montaña.

Ahora la pendiente es suave

Con tranquilidad seguimos avanzando. Nos sorprende encontrar por todas partes huellas de animales. Desde luego, de corzos, pero también otro tipo de animales. Claro que no vemos ninguno.

Alex intentando escalar un árbol

Se acerca la hora de comer. Ya que estamos cerca del punto más alto, buscamos un lugar donde llegue el sol. En una curva del camino, cerca del Pico Tizón, encontramos algo de sol. Es el punto ideal para poner el Belén.

Colocando el Belén

Allí mismo, entre unas rocas, colocamos el Belén. Como nos acompañaba Don Javier, nos bendijo del Belén y todo. A continuación, cantamos unos villancicos populares.

Cantando villancicos

Como teníamos algo de sol y el lugar nos pareció adecuado, aprovechamos para comer allí mismo. Claro que no había mucho sitio para sentarse. De vez en cuando caía algo de nieve desde los árboles. Una vez descansados y alimentados, retomamos la marcha. Todavía nos quedaba alguna cuesta hacia arriba. Afortunadamente poca cosa.

Pronto empezó el descenso suave

Pasamos por el punto más alto del recorrido, esta vez sí, y pronto comenzó el descenso. Afortunadamente un descenso suave. Pero a partir de ese momento volvimos a la sombra y al frío intenso. Claro que en movimiento apenas se notaba.

Continuamos el descenso por un hayedo

Cruzamos ahora por un hayedo precioso. Pero los árboles sin hojas y la nieve que lo cubre todo no nos permite apreciar los árboles. El camino sigue, es algo largo, pero se avanza con facilidad cuesta abajo y con poca pendiente, siguiendo por la pista amplia.

Salimos ya del hayedo

Salimos del hayedo y la pendiente se hace más importante. Nos esperamos hasta reagrupar a todo el grupo para tomar el desvío que no lleva hacia Redilluera.

Tomamos un desvío que nos lleva a Redilluera

El camino se estrecha un poco, pero está muy claro, incluso cubierto de nieve. Ahora la pendiente se hace más fuerte, en algún tramo hay que avanzar con cuidado... o dejarse caer entre la nieve. El descenso es bastante largo y el grupo se estira de nuevo.

Últimos metros antes de llegar a Redilluera

Los primeros que llegan a Redilluera esperan a los rezagados. Es una sensación extraña volver a pisar sobre terreno sólido. El plan inicial era regresar hasta el punto de partida por un camino, pero el cansancio era evidente, así que tomamos la carretera asfaltada. Poco más de un kilómetro sin pisar nieve es suficiente para que algunos calienten sus pies.

Regresamos por carretera

¡Caramba con los carámbanos! ¿O eran chupiteles?

Una jornada magnífica con un paisaje precioso, pero exigente. Nos hemos ganado un descanso hasta el año que viene. ¡Feliz Navidad y próspero 2025!

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