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| En la primera parte del recorrido había ya una huella abierta que facilitaba el paso. |
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| Enseguida, algunos quisieron probar los trineos, que funcionaban bastante bien, ... |
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| ... aunque sin trineo también se podía uno deslizar ladera abajo, pero menos controladamente. |
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| El fantástico día y el buen estado de la nieve nos animaron a seguir subiendo, con los dos "raqueteros" en cabeza abriendo paso. |
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| Estando ya próximos al alto de la loma, es hora de hacer una pequeña parada... |
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| ... y de que algún otro experimente cómo se avanza con las raquetas. |
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| Tras la comida, dio comienzo una actividad frenética organizada en dos grupos bien definidos: |
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| Por un lado, el equipo de los trineos, compuesto por los más jóvenes... |
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| ... y algunos otros, no tan jóvenes. |
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| Entre tanto, otros se dedicaron a iniciar la construcción de un iglú. |
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| La experiencia no estuvo mal, pero ya se ve que se requiere bastante tiempo y quizá alguna herramienta más para construir un iglú en condiciones. |
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| Avanzada ya la tarde, no hubo más remedio que dejar a medias el iglú, recoger los trineos y emprender el regreso siguiendo la misma huella de la subida. Pero seguro que en este invierno vamos a tener más ocasiones de encontrarnos con la nieve. |
