Trekking

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martes, 20 de junio de 2023

El zofreral de Cobrana 18/06/2023

¡Extraño nombre para una excursión! Un zofreral es un bosque de zofreiros o zufreiros, más conocidos como alcornoques. Y Cobrana es una población situada a unos dos kilómetros al este de Congosto, en el Bierzo. En esta ocasión, retrasamos el Trekking Familiar Anciles al tercer domingo de junio. ¡Y parece que resultó un acierto!

Nos juntamos diez personas en Cobrana. Resultó ser una población no pequeña, con las calles bien asfaltadas, en la ladera sur de Peñas de la Riestra. El día tiene una temperatura moderada con nubes y claros. Un tiempo adecuado para una excursión.

Iniciando la marcha en Cobrana

Salimos del pueblo por una pista que avanza hacia el sur. Enseguida tomamos un desvío hacia el este que pasa al lado del cementerio. Entramos en un bosque formado por robles y encinas principalmente. Pronto encontramos los primeros alcornoques con su corteza pelada. Para algunos es un descubrimiento. La corteza del alcornoque se puede arrancar sin dañar el árbol. Es una corteza muy gruesa y acolchada. De ella se extrae el corcho.

Caminando entre robles y encinas

La pista por la que avanzamos tiene muchos desvíos. Aunque hay señales que indican el camino, vamos siguiendo un track que tenemos marcado en el GPS. Pronto encontramos algunos troncos de castaño muy viejos y singulares.

Uno de los muchos castaños singulares que encontramos

Vamos tomando desvíos por pistas o por sendas bien marcadas. Normalmente avanzamos por pendientes muy suaves, aunque hay algunos tramos con la pendiente más fuertes. Pero siempre hacia arriba. Encontramos otro tronco de castaño muy retorcido y totalmente seco. Pero muy original.

Un tronco muy singular

A veces encontramos puentes artesanales de madera sobre un cauce totalmente seco.

Puente artesanal

De vez en cuando paramos ante un tronco enorme. Alguna, -porque suele ser alguna chica- se anima a trepar a lo más alto del tronco.

Otro tronco de castaño singular

El bosque es muy singular, a veces casi mágico. Se avanza sin dificultad. La conversación es amena. Hacemos alguna parada para reponer fuerzas. Después seguimos avanzando por el camino. En los cruces de pista hay que decidir cuál es el camino adecuado. En todo caso, todos los caminos se comunican, así que, si sabemos dónde estamos, no nos perdemos.

Otro puente sobre terreno seco. Al menos ahora

Salimos ahora a una pista más ancha rodeados de pinos, retamas y diversos tipos de árboles. Llegamos al extremo más oriental del recorrido y tomamos otra pista hacia el occidente. Se acerca la hora de la comida y el hambre empieza a sentirse. Pero queremos parar en un lugar a la sombra y fresco. Tomaos un desvío por una senda más estrecha que asciende con un pasamanos de madera.

Volvemos a una senda más estrecha

Nos vamos elevando sobre el valle. Entre los árboles podemos ver el valle del Bierzo. Más al oeste empezamos a ver la extensión del embalse de Bárcena. Por fin encontramos un lugar adecuado para comer: hay sombra, aunque la pendiente es pronunciada. Cada uno se coloca como mejor puede y damos cuenta de nuestros bocadillos. No hay prisa, ya hemos recorrido la mayor parte de la ruta.

Vista del valle entre los árboles

Una vez reposada la comida, retomamos la marcha. Pronto llegamos a un mirador con mesas de piedra y buenas sombras. ¡Este hubiera sido el mejor lugar para comer! El paisaje desde aquí es precioso. Se contempla desde el embalse de Bárcena, los pueblos cercanos abajo, las montañas del Bierzo y al fondo los Montes Aquilanos y la Sierra del Teleno. Al este sigue el valle del río Boeza.

Buenas vistas desde el mirador

Un pequeño reposo para contemplar el paisaje y cambiar impresiones. El camino sigue ahora casi siempre para abajo.  Pronto contemplamos el pueblo de Cobrana, nuestro lugar de partida y destino. El camino baja rápidamente. A la entrada del pueblo encontramos unos cuantos cerezos cargados de frutos rojos. Algunos tienen la mitad de sus ramas sobre el camino. Parece que nadie recoge las cerezas. Así que aprovechamos para tomarnos sobre la marcha un segundo postre delicioso.

Terminando ya la excursión

Hacemos una nueva parada a la entrada del pueblo a la sombra de un gran árbol. El pueblo es grande y todas las calles se parecen. Tardamos un poco en localizar el lugar donde habíamos dejados los coches. Allí conocimos a Pedro, un paisano del lugar que se encarga de mantener en buen estado la ruta y las señales indicadoras. ¡Gracias por todo Pedro!

Nos despedimos hasta la próxima excursión. Pero uno de los coches decidió visitar la Virgen de la Peña, el mirador del Bierzo. En lo alto del monte hay un santuario de piedra bastante grande. A su lado un hotel en cuya terraza te puedes tomar un refresco mientras contemplas un paisaje imponente.

Desde el mirados de la Virgen de la Peña

Allí pudimos reponer líquidos, comentar las aventuras del día y recordar historias de otros años. En el viaje de vuelta cayó un chaparrón curioso. Afortunadamente el tiempo durante la excursión resultó estupendo. La próxima será ya en septiembre. ¡Feliz verano a todos!