Trekking

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miércoles, 18 de diciembre de 2019

Belén de cumbres 15/12/2019

El último Trekking Familiar que hemos hecho este año fue en septiembre. En los últimos meses el tiempo ha sido muy lluvioso y nos hemos visto obligados a cancelar la excursión familiar en octubre y noviembre. En este mes de diciembre hubiera ocurrido lo mismo si no hubiéramos planificado el belén de cumbres en Lugueros. Este plan nos ha permitido hacer la excursión a pesar de la lluvia. Teníamos dónde refugiarnos: en la casa del campamento de Valdelugueros.

 Hemos llegado a un acuerdo con el Colegio Internacional Peñacorada. Quedamos para partir en las instalaciones del colegio. Además, nos ha ofrecido la posibilidad de asistir a la Santa Misa en la capilla del colegio antes de salir. Así nos hemos juntado unas treinta personas en Lugueros. Llegamos a la casa del campamento con lluvia abundante. Menos mal que nos habían puesto la calefacción antes y la casa tenía una temperatura agradable. En esas condiciones de lluvia abundante no era posible hacer el recorrido previsto por el pinar. Así que decidimos acercarnos hasta la Peña de Covarrubias y dejar allí el belén.
Bajo la peña de Covarrubias
El recorrido es breve, unos 400 metros. Muchos llevaban paraguas, pues llovía copiosamente. Llegados a Covarrubias, vimos que de la base de la peña surge un auténtico arroyo con gran cantidad de agua. Subimos unos 30 metros por la parte norte de la peña hasta una pequeña plataforma. Algunos siguieron cuesta arriba hasta lo alto de la roca. Dejamos nuestro belén al lado de los restos de un antiguo belén de cumbres. Así compusimos un misterio más completo.
Nuestro belén de cumbres
A cubierto de la peña y de algunos paraguas cantamos algunos villancicos tradicionales. Hicimos las fotos oportunas y enseguida regresamos a la casa. No estaba el día para caminar.
La plataforma donde dejamos el belén
Ya en la casa, bajo cubierta, los niños se dedicaron a jugar mientras los mayores charlaban amigablemente o preparaban las mesas. A una hora temprana nos dispusimos a comer. Compartimos los alimentos como buenos excursionistas.
Almuerzo montañero
En la sobremesa los niños siguieron con sus juegos mientras los mayores escuchábamos con atención las anécdotas del viaje a Tierra Santa de Luis José y don Manuel. Una tertulia muy agradable.

Pero la jornada no daba para más. A eso de las cinco de la tarde recogimos todo y, en medio de la lluvia, regresamos a los coches. Algunos hicieron una parada en Lugueros para tomar un café tranquilo. A ver si el 2020 llega con mejor tiempo y podemos hacer excursiones chulas. ¡Hay muchos lugares interesantes que recorrer!

jueves, 26 de septiembre de 2019

Casa Mieres 22/9/2019

Este curso hemos retrasado el inicio del Trekking Familiar hasta el cuarto domingo de septiembre. Entre otros motivos para empezar las excursiones una vez iniciado el curso escolar. Esta vez nos hemos acercado hasta Pinos, en Babia, para subir hasta Casa Mieres y alrededores.

Hemos tenido un problema con la cámara de fotos y hemos perdido casi todas las fotos el día. Una auténtica pena. Esta vez habrá pocas fotos.

El camino empieza en el pueblo de Pinos, a casi 1300 metros de altura. Recorremos una pista rural que remonta el Arroyo de la Alcantarilla. A pesar de su nombre es un bonito arroyo de montaña. El día anterior estuvo lloviendo constantemente y hubo gente que se desanimó. Pero el día resultó estupendo para caminar. El suelo de la pista tenía algunos charcos, pero no resultó molesto.
Pista de ascenso hacia Casa Mieres
Todo el recorrido es una pista ascendente sin demasiada pendiente. De vez en cuando cruzamos el arroyo por un puente más o menos artesanal. Por el camino encontramos alguna fuente. A los lados de la pista hay ganado vacuno pastando, vigilado por imponentes mastines. En ningún momento nos molestan. A pesar de que alguno quiere torear....

En aproximadamente dos horas llegamos a Casa Mieres. Se trata de una amplia zona de praderías verdes donde pasta el ganado vacuno. Hay zonas encharcadas. Muxu, el perro de los Fanjul, que no para de correr arriba y abajo, se embarra totalmente. Seguimos camino arriba. Pasamos al lado de un pequeño embalse donde conseguimos que Muxu se bañe y quede en estado de revista. Llegados a la Vega de Candioches, un amplio valle verde, buscamos un lugar para comer a refugio del viento fresco.
Regresando por la Vega de Candioches
Tras la comida, los mayores reposan un poco. Mientras, los jóvenes exploran las rocas de alrededor y los pequeños ascienden un poco más por el valle. Algunos tienen exámenes esta semana y quieren regresar pronto para estudiar. ¡Impresionante testimonio!

Pronto emprendemos el camino de vuelta sin entretenernos en explorar nuevos territorios. El descenso es más rápido y cómodo que la ascensión. El cielo se va cubriendo de nubes, pero no amenaza lluvia. Por ahora.
Camino de regreso. Con el pueblo de Pinos a la vista
A las seis de la tarde estamos ya todos de regreso en Pinos. Cuando estamos ya todos en los coches, dispuestos a volver a casa, empieza a llover ligeramente. ¡Hemos acertado con los tiempos!

jueves, 9 de mayo de 2019

Pandorado 5/5/2019

En el mes de mayo, por problemas de agenda principalmente, hemos adelantado el Trekking Familiar. En esta ocasión nos hemos acercado a Pandorado, una pequeña población del municipio de Riello, pero muy cercana a Omaña. Es conocida, sobre todo, por su ermita de Nuestra Señora de Pandorado.
Iniciando el camino
Al lado de la ermita de Pandorado parte una senda forestal hacia el este. Es un camino amplio en ligera pendiente hacia abajo y que va girando al sur. El día empieza con algunas nubes y más bien fresco.
Por la senda hay algunos charcos
Tras recorrer algo más de dos kilómetros salimos a la carretera que lleva de Riello hasta Inicio. Descendemos por esta carretera, sin casi tráfico, hasta el pueblo de Inicio.
Caminando por la carretera hasta Inicio
Llegamos a Inicio antes de las dos de la tarde. Hacemos una parada para reponer fuerzas.
Una parada a la entada del pueblo de Inicio
Es pronto para comer. Parece que nos va a sobrar tiempo, así que decidimos extender la excursión hasta el pueblo de Trascastro de Luna. Tomamos una senda paralela al río Omaña. Es estrecha y bonita. Pero en ocasiones encontramos alguna zona con barro.
Camino de Trascastro de Luna
Una vez en Trascastro buscamos un lugar para comer. Ya hay hambre. Curiosamente este pueblo no está en la comarca de Luna, a pesar de su apellido.
Iglesia de Trascastro de Luna
 Nos aconsejan tomar un camino de vuelta por la margen derecha del río Omaña. A la orilla del río paramos a comer. Mientras los mayores descansan los pequeños juegan a la orilla del río.
Muxu juega a la orilla del río con los niños
Regresamos hacia Inicio. Primero entre praderas y después por una senda estrecha en la ladera del monte entre un precioso bosque de robles.
Caminando entre robles
Por fin llegamos de nuevo a Inicio. Ahora tomamos un camino que asciende por la ladera sur del monte. El cielo se ha despejado y hace calor.
Ascendiendo por la ladera sur
El tiempo pasa inexorable y el cansancio va haciendo mella en todos. Al llegar a la cresta del monte encontramos una carretera. Son cerca de las seis de la tarde. Decidimos atajar para llegar a una hora sensata. Se nos ha echado el tiempo encima. Así que tomamos la carretera, pasamos al lado del pueblo de Castro de Lomba y descendemos hacia el río Omaña.
Una breve parada en el camino
Paramos un momento a la orilla del río, en un parque, para reagruparnos. Tomamos de nuevo la carretera hacia arriba hasta llegar a la pista forestal por la que caminamos en la mañana. La recorremos ahora en sentido inverso hacia Pandorado.
Una parada cerca de nuestro destino
Los últimos kilómetros se les hace un poco pesados a los niños. Pasadas las siete de la tarde estamos de nuevo en Pandorado. ¡Menos mal que hemos tomado el atajo! En esta ocasión se nos ha hecho un poco tarde. En cualquier caso ha sido una excursión muy agradable y algo más larga de lo previsto.

miércoles, 17 de abril de 2019

Peña del Asno 14/04/2019

En el Trekking Familiar del mes de abril nos fuimos hasta el pueblo de Puente de Alba, al lado de La Robla para ascender la Peña del Asno. Se trata de una roca caliza característica situada sobre el pueblo de Puente de Alba con una altura de unos 1250 metros. El día es primaveral: temperatura templada, con nubes y sol.
Pasamos bajo un acueducto del siglo XVIII
Desde Puente de Alba caminamos por una calle que nos acerca a La Robla. Pasamos ante un puente de piedra que parece dar nombre al pueblo. Posteriormente cruzamos bajo un acueducto, también de piedra, de finales del siglo XVIII. Entre las primeras casas de La Robla nos desviamos por la carretera que nos lleva hasta Alcedo de Alba. Cruzamos el pueblo y tomamos una pista que lleva hacia las canteras de caliza.
Pista hacia las canteras de caliza
La excursión de hoy empieza por una zona industrial en proceso de abandono, no es un entorno especialmente bonito. Aunque tiene su interés. Pasamos ante una imponente pared de grandes piedras. Posteriormente vemos que sirve para contener los restos de una antigua cantera.
Seguimos por la pista entre los montes
Seguimos ascendiendo monte arriba. De pronto llegamos a una cantera donde termina la pista. Nos hemos equivocado. Retrocedemos un poco y tomamos el camino correcto. Paramos ante una vieja casa abandonada. Tenemos una buena vista de La Robla y su entorno.
Grafitis en la casa abandonada
Ya estamos muy cerca de nuestro objetivo. Un esfuerzo más y llegamos a una pradera con hierba verde y rocas. Al lado tenemos el mirador de la Peña del Asno.
Llegando a la Peña del Asno
Enseguida los mayores buscan un lugar a la sombra para la comida. Los más aventureros se dirigen al mirador sobre una formación rocosa. Para acceder al mirados hay unos escalones bien trabajados y una barandilla de madera para evitar caídas.
En lo alto del mirador de la Peña del Asno
El mirador de la Peña del Asno
Bien situados a la sombra nos disponemos a comer. Es sitio es tranquilo con unas vistas estupendas del valle del Bernesga y sus montañas a lo lejos.
Reposando a la sombra
Tras la comida, algunos reposan a la sombra. La subida ha sido fuerte. Los peques suben al mirador, exploran las peñas cercanas, buscan entre la vegetación del monte. Alguien descubre una culebrilla entre la hierba. Es muy pequeña y rápida. Logramos hacerle algunas fotos.
Un lución
Algunos tienen cierto temor por si es una víbora venenosa. En todo caso descubrimos posteriormente, analizando las fotos, que se trata de un lución o culebrilla de cristal. No se trata de una culebra, sino de un lagarto sin patas y totalmente inofensivo.

Tras un buen rato de reposo, volvemos de nuevo a caminar. Ahora debemos subir algo más por la senda que nos lleva ahora por un bonito bosque de robles. El paisaje cambia totalmente. Ahora todo el entorno es natural sin huella del hombre, salvo el camino que pisamos.
Caminando por el bosque de robles
El camino asciende al principio hasta el punto más alto, a 1303 metros. Posteriormente baja ligeramente y después más pendiente hasta la Collada Verde, a 1247 metros. Aquí la pista desciende hacia el este. Nosotros tomamos una senda estrecha que desciende entre el bosque espeso de robles. Aunque estrecho, el camino está bien marcado y sigue el curso del arroyo Fuente de Alba.
Descendiendo el bosque por una senda estrecha
La bajada es larga. El bosque espeso y bonito. Pronto tenemos a nuestro lado el arroyo que baja con poca agua. Finalmente salimos a una pista forestal más ancha que nos aproxima a nuestro punto de partida.
Por la pista que nos lleva a Puente de Alba
Al fondo la Peña del Asno
Pronto llegamos de nuevo a Puente de Alba. Han sido unos diez kilómetros de recorrido que se nos ha hecho corto. Incluso tenemos tiempo de parar en La Robla a tomar un café.

Más fotos de la excursión:
Trekking Familiar Peña del Asno

martes, 12 de marzo de 2019

Sobrepeña - Peña del Castro 10/03/2019

Este mes, por fin, tuvimos buen tiempo y bastante gente: 21 personas. Nuestro destino fue Sobrepeña, un pueblo realmente pequeño muy cercano a La Ercina. Iniciamos el camino al norte del pueblo caminando por una pista forestal rodeados de robles.
Iniciando la excursión. Muxu a la cabeza
El pelotón se estira. A la cabeza va Elías tratando de retener a Muxu que avanza como buen perro cazador. Algunos chicos se detienen entre una roca. En todo momento estamos comunicados con los walkis.
En lo alto de una roca
Pronto llegamos a Los Campos una zona de praderas altas. Alguno en la cabeza toma un camino equivocado. Rectificado el error seguimos camino. Ahora bajamos ligeramente y llegamos a La Hoz. A nuestra izquierda tenemos el yacimiento arqueológico de la Peña del Castro. Allí nos dirigimos en primer lugar.
Yacimiento arqueológico Peña del Castro
Encontramos una excavación en una ladera del monte. Primero un muro de piedra de algo más de un metro con una puerta. La pena es que está caído en parte. Por dentro del muro se aprecian los cimientos de varias construcciones. Un par de carteles explican brevemente la historia del poblado de la edad de hierro.
Cartel explicativo
Vemos el yacimiento con rapidez, porque los chicos enseguida se ponen a subir a lo alto de la peña. La ascensión es breve y sencilla. Desde arriba contemplamos los valles cercanos, suaves y con hierba. Esta fue en su momento una zona minera. Hay restos de escombreras de carbón rehabilitadas. A lo lejos tenemos el imponente pico Peñacorada.

Aunque es pronto, nos reunimos en la ladera del monte para comer.
Preparándose para la comida
Los pequeños comen rápido y, capitaneados por Houston, corren por el monte en busca de una cumbre cercana. Otros algo mayores deciden buscar un lugar tranquilo para "jugar una partida" al solitario.
Buscando una cumbre con Houston
Muxu y David
Tras el descanso para lo mayores, retomamos el camino. Pasamos de nuevo sobre el yacimiento arqueológico y seguimos camino por el monte. La tarde es tranquila y soleada. Da gusto pasear.
Paseando por el monte
El camino nos lleva ahora al pueblo de La Ercina. A la entrada del pueblo, en un corral, encontramos una cabra con dos cabritos recién nacidos. Los niños los contemplan con curiosidad.
El corral de la cabra con sus cabritillos
Pasamos La Ercina y nos dirigimos hacia Sobrepeña. Es un breve tramo de carretera.
Camino de Sobrepeña
Pero se hace cansado, especialmente para los más pequeños. Además por el camino encontramos un par de burros. Nos entretenemos dándoles de comer.
Acariciando a los burros
Algunos llegan pronto a Sobrepeña. Tienen un buen lugar para esperar a los rezagados.
Esperando a los rezagados
La excursión ha sido breve pero bien aprovechada. A ver si en lo que queda de curso el tiempo nos respeta. Una selección de fotos:
Sobrepeña

martes, 26 de febrero de 2019

Villasecino 24/02/2019

La excursión de Trekking Familiar de febrero se fue retrasando por mal tiempo. Por fin el último domingo del mes pudimos hacer la excursión. Realmente fue un acierto, porque el tiempo resultó magnífico. Lástima que coincidió con los exámenes trimestrales de algunos de los habituales asistentes. De tal forma que estuvimos pocas personas. Solo seis: Conchi y Juan Carlos con Lucía, Alejandro, José María y Charly.
Iniciando el recorrido
Iniciamos el recorrido en el pueblo de Villasecino. Caminamos hacia el norte por una pista forestal hasta llegar al alto de Las Canteras. Con 1.238 metros de altura, tiene unas vistas magníficas de una buena zona de la Babia. A nuestra derecha tenemos las cumbres de las Ubiñas cubiertas de nieve.
En el collado de Las Canteras con las Ubiñas al fondo
A todo esto, nos acompaña también Trufa, un perro de agua que viene con Lucía. Lucía también es protagonista, no solo por ser la única niña de la excursión. También porque estrena ilusionada los walky talkies que le trajeron los Reyes Magos.
Desde aquí descendemos hacia las praderas
Desde este punto el camino va descendiendo poco a poco hacia las praderas del valle. A los lados, en las zonas de sombra, tenemos nieve bastante dura. El camino es realmente sencillo, pero la ruta será larga.
A los lados tenemos nieve
Cruzamos la carretera y seguimos por la pista forestal hacia el norte camino de La Majúa. Hacemos una breve parada ante una fuente, para reponer fuerzas. Y de paso vamos descifrando el mensaje de un geocaching que queremos localizar en este pueblo.
Una parada mientras desciframos el mensaje
Seguimos caminando bajo un sol deslumbrante con un cielo totalmente despejado. Tenemos una temperatura primaveral. Cerca ya de la Majúa paramos a contemplar unos caballos en un lado del camino.
Caballos a un lado del camino
Por fin llegamos a La Majúa, un pueblo estirado a lo largo del camino. En medio del pueblo nos tiramos al monte siguiendo las indicaciones del GPS para localizar el geocaching. Nos costó un rato localizarlo. ¡Y mira que era sencillo! El táper del caché estaba totalmente al descubierto en un rincón entre las rocas.
Lucía con el tesoro
Nos apuntamos en la libreta del tesoro, dejamos una figurita y nos llevamos una cinta. Lo dejamos bien protegido en su sitio. Descendimos de nuevo al pueblo y buscamos un lugar para comer. Nos quedamos en un rincón al lado del río y a la sombra de los árboles. ¡Y eso que estamos en febrero!

Tras el descanso retomamos el camino. Nos dirigimos ahora por otra pista forestal hacia San Emiliano. En La Majúa un perro se encariñó de nosotros y ahora nos sigue a cierta distancia.
Camino de San Emiliano
Llega un momento en que termina el camino forestal y debemos continuar por una senda entre las praderas próximas a San Emiliano. A los lados tenemos muchos caballos sueltos y algunas vacas. A lo lejos vemos una peña en el pueblo con abundantes nidos de cigüeña.
Caminando entre las praderas con caballos y las Ubiñas de paisaje
Llegamos a San Emiliano y nos dirigimos a un mirador en lo alto de una roca a la entrada del pueblo. El paisaje es magnífico: al lado unos cuantos nidos de cigüeña, cerca el río y las praderas de hierba, a lo lejos montañas nevadas.
Tenemos a nuestro lado unas cuantas cigüeñas
Trufa nos acompaña en todo momento
Ahora tenemos que regresar hacia nuestro punto de partida. Nos toca caminar por la carretera durante casi dos kilómetros. Tenemos el sol de frente y hace bastante calor. Tenemos que estar atentos a los pocos coches que pasan. Trufa tiene que ir con la correa. Pero a Lucía le va bien, porque tira de ella. Ya llevamos unos cuantos kilómetros de marcha y se va notando.
Un tramos de caminar por la carretera
Por fin tomamos otra pista forestal que nos lleva de nuevo a lo alto de Las Canteras. Tenemos que caminar entre unas praderas en las que hay abundantes charcos a consecuencia del deshielo. Trufa, haciendo honor a su raza, se mete en todos los lugares en los que haya agua. A Lucía hay que ayudarla, el cansancio está haciendo mella. Esta noche dormirá como nunca.
De vuelta en lo alto de Las Canteras
Ahora el camino es mucho más sencillo. Todo cuesta abajo hasta llegar a Villasecino. El perro que nos sigue desde La Majúa llega con nosotros hasta el pueblo.
Descendiendo hacia Villasecino
Ha sido una caminata sencilla en una de las zonas más bonitas de la provincia. Sencilla, pero bastante larga. Un día espléndido.

Una selección de fotos:
Villasecino-La Majua-San Emiliano