Por diversas circunstancias, tuvimos que retrasar el Trekking Familiar de mayo hasta el último domingo. Lo cierto es que tuvimos muy buen tiempo. Llegamos al punto de partida, a las piscinas de Tremor de Arriba a eso del mediodía, como estaba previsto. En esta ocasión somos pocas personas, solo cuatro.
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Tres personas y el fotógrafo |
Partimos ya desde un punto alto, pero los primeros tramos son de una pendiente intensa. Tomamos una pista que avanza hacia el norte por la parte alta del monte. Los primeros minutos de camino no son especialmente agradables. Recorremos antiguas pistas mineras y estamos rodeados de lo que fueron escombreras en proceso avanzado de rehabilitación.
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Primeros tramos poco agradables |
Como ganamos altura rápidamente, el paisaje se va abriendo. Ante nosotros sigue la pendiente y el monte sin mucho interés, pero detrás de nosotros hay un paisaje muy amplio. A lo lejos vemos la sierra del Teleno, todavía con algunas manchas de nieve en su parte norte.
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A lo lejos, detrás de nosotros la Sierra del Teleno |
A nuestra izquierda encontramos, abajo el pueblo de Tremor de Arriba; el valle, profundo y verde del río Fullinos, que pasa por Tremor; detrás otra montaña en proceso de rehabilitación. A nuestra derecha, también profundo, el valle del río Suspirón; detrás la Sierra de Gistredo con un parque eólico.
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El paisaje va tomando color. Detrás la Sierra de Gistredo |
A medida que tomamos altura, dejamos los paisajes rehabilitados, todavía sin vegetación, y vamos encontrando retamas en flor y vegetación de monte. La pista se vuelve casi horizontal, con pequeños desniveles. Empieza a soplar una brisa ligera. El camino se hace mucho más agradable.
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El paisaje es ahora totalmente natural |
Hemos dejado atrás las intervenciones humanas, no siempre afortunadas, y encontramos ahora un paisaje totalmente natural. La única intervención humana es la pista por la caminamos. A los lados las retamas en flor alegran el camino.
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Una parada en el camino para contemplar el paisaje |
Hacemos una breve parada para reponer fuerzas. Seguimos caminando. La ermita de Peñafurada no está ya lejos, pero no podemos verla todavía. Por el camino vamos charlando amigablemente. Hace un tiempo estupendo para una excursión.
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Nos acercamos a un bosque de robles |
Durante la marcha hemos encontramos muchas matas de roble con las hojas recién brotadas, todavía no plenamente desarrolladas. Entramos ahora en un robledal. Al principio son robles pequeños, pero un poco más adelante, ya son árboles bien desarrollados, aunque no muy grandes.
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Cruzando el robledal. Por fin encontramos sombra |
Aquí no sopla nada de viento, así que se agradece encontrar algo de sombra. Pronto vislumbramos el tejado de la ermita. Estamos llegando a nuestro objetivo principal.
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Por fin, vemos la ermita de Peñafurada |
La ermita es una construcción no muy grande, pero en buen estado, rodeada de un césped muy crecido y lleno de flores amarillas y blancas.
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La ermita rodeada de césped y flores |
Por un pequeño ventanuco abierto podemos intuir el interior de la nave. No podemos ver la imagen de la Virgen. Según la tradición, la Virgen se apareció aquí a un pastor que cuidaba su rebaño. Llevó la imagen a Posada de Omaña, pero la imagen retornaba al lugar de la aparición. Así que decidieron levantar aquí la ermita.
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Ante la ermita de Peñafurada o de la Casa |
Cada 15 de agosto se celebra aquí una romería que convoca a gentes de los pueblos cercanos de ambos lados de la sierra de Gistredo. Decidimos que, dada la hora, este era un buen lugar para comer. Encontramos sitio para sentarnos a un lado de la ermita. Compartimos comida y conversación. Una conversación muy interesante, por cierto. Acabamos rezando una Salve a la Virgen.
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Ante la ermita la hierba está muy alta |
Estuvimos valorando la posibilidad de regresar por el valle del río Fullinas, al oeste de nuestro camino. Nos decidimos por lo conocido y sencillo. Regresamos por el mismo camino. No hay prisa, y ya sabemos lo que nos espera. Volvemos con tranquilidad sobre nuestros pasos.
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Listos para el regreso |
Volvemos a cruzar el robledal. Salimos de nuevo al sol. Ahora hace más calor, pero la mayor parte del camino es hacia abajo y se hace más cómodo.
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Regresamos sin prisas |
De vez en cuando encontramos un repecho que se nos hace largo, pero el paisaje es maravilloso.
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Tenemos que superar ese repecho |
Seguimos con la conversación de la sobremesa. Es complicado arreglar el mundo. Sobre todo, porque no nos dejan a nosotros....
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El paisaje es impresionante |
La vuelta se nos hace bastante más corta. Llegamos muy pronto al coche. Tenemos tiempo de tomar un refresco hidratante en Tremor. La primavera es maravillosa.