Tras haber viajado hasta la cabecera del valle Gordo, nos dispusimos a caminar y disfrutar de un hermoso día primaveral.
Como casi siempre, los más jóvenes van encabezando la marcha. |
Esta refrescante fuente invita a hacer una breve parada y reponer fuerzas antes de alcanzar el collado. |
Por fin, desde el collado avistamos las Torres de Vizbueno... |
... y el Campo de Santiago. |
Descendemos tranquilamente hacia el valle, ... |
... en busca de la ermita de Santiago, ... |
... donde decididamente nos aposentamos para comer y continuar disfrutando de este agreste entorno. |
Las campas y el serpenteante arroyo que recorre el valle nos entusiasman a todos. |
Y cuesta arrancar de nuevo para emprender el retorno a Fasgar. |
De nuevo, una parada en la poética fuente, ... |
... antes de despedirnos por esta vez, ... |
... releyendo y saboreando los versos aquí plasmados. |
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