Como en otras ocasiones de este invierno, en esta excursión sólo participaron los más valientes, pues, aún siendo un recorrido por la parte más baja de la cordillera, habría que enfrentarse con la nieve y otros peligros...
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| A ratos, la nieve y la ventisca dificultaron el avance a través del faedo de Orzonaga. |
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| A todos nos gusta jugar con la nieve, pero luego acabamos empapados y helados de frío. |
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| Después de buscar inútilmente un geocaching en el faedo, dimos con un prado en cuyo borde había menos nieve, y, aprovechando un rato de sol, paramos a comer. |
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| Y alguno preguntará si vimos al famoso elefante de Orzonaga del que habla la canción. Pues sí, desde luego que lo vimos, o así nos lo pareció. |
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