Trekking

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viernes, 19 de diciembre de 2025

Belén de cumbres, Vegaquemada 14/12/2025

En la última excursión de Trekking Familiar Anciles de cada año, en diciembre, ponemos el Belén de cumbres. Este año hemos ido a un lugar, a priori, sencillo. La ruta es de Vegaquemada a Peña Atobal, haciendo una ruta circular. Partimos de las proximidades de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en medio de Vegaquemada. Estamos solo ocho personas. Avanzamos hacia el oeste, cruzamos la carretera y tomamos una pista que pasa al lado del cementerio.
Saliendo de Vegaquemada

El día está bastante frío, hay una niebla rala y bastante humedad. Avanzamos bien abrigados. Pronto entramos en un robledal. La niebla nos rodea ahora del todo. El suelo está cubierto de hojas de roble.
Ascendiendo por un robledal

A medida que vamos tomando altura el sol va ganando a la niebla. Pero muy poco a poco. 
Poco a poco, el sol va ganando a la niebla

Seguimos ascendiendo por la pista entre robles y retamas. De momento el camino es muy sencillo.
El camino es sencillo

Llega un momento en que desaparecen los árboles y el entorno está dominado por escobas y rocas. La niebla va desapareciendo dejando un cielo azul.
Acaba el robledal, el cielo se va despejando

Un poco más adelante desaparece también la pista. Solo queda una senda poco marcada y una pendiente fuerte. El cielo es ahora de un azul intenso.
Se acabó la pista, pero el cielo es de un azul intenso

Siguiendo la senda, llegamos a una zona de pendiente fuerte entre rocas y árboles dispersos.
Pendiente fuerte entre árboles dispersos

Llegamos a una encrucijada. El guía elige el camino que parece más sencillo. Al poco llegamos al mirador de Peña Tobal. Desde aquí tenemos una vista fantástica de Vegaquemada y de todo el valle del Porma. A lo lejos la cima de Peñacorada.
Mirador de Peña Tobal

Contemplamos el paisaje y nos hacemos varias fotos. Después retrocedemos sobre nuestros pasos y seguimos el recorrido por otra senda algo más complicada. Bastante pendiente, entre rocas. Avanzamos con prudencia. Superado este paso difícil, llegamos casi a la cima del monte. Tenemos de nuevo una vista fantástica del valle del Porma. Pero nuestra meta está más al norte. Cruzamos un denso robledal y seguimos avanzando.
Cruzamos un robledal denso

Llegamos a una cima amplia y herbosa. Parecía ser nuestro objetivo, pero más adelante tenemos otra cima mayor. Seguimos caminando. Aquí se avanza sin dificultad. De vez en cuando encontramos terreno levantado por los jabalíes en busca de raíces.
Avanzamos con facilidad buscando la cima más alta

Entre pastos escasos y pequeños robles, por fin, llegamos a nuestro objetivo: Peña Atobal. Es una cima amplia, herbosa, con muy buenas vistas del valle del Porma y de muchas montañas cercanas: El Susarón, Peña Valdorria, Peña Galicia, La Camperona, Peñacorada. A un lado destacan las cimas del Mampodre todas nevadas. Un poste marca la cima.
Todos en Peña Atobal

Al pie del pequeño poste hay unas cuantas piedras y un montón de mariquitas todas juntas. Extraño espectáculo. Allí dejamos nuestro Belén de cumbres.
El Belén de cumbres bien acompañado

Es el momento de cantar unos villancicos tradicionales. Incluso alguien se anima con el Burrito sabanero, a pesar de que no tenemos la letra.
Cantando villancicos

Son las dos y media de la tarde, pero no parece el lugar ideal para parar a comer: sopla una ligera brisa fría y el sol apenas calienta. Buscaremos un lugar más protegido. Descendemos un poco hacia el oeste hasta encontrar una pista que se adentra en un robledal. Es ladera norte y los árboles parecen fantasmas con sus ramas sin hojas, pero repletas de líquenes.
Entramos en un bosque fantasmagórico

La pista gira después al norte. En su punto más bajo, el collado de la Portilla, tomamos un desvío hacia el este. Descendemos un poco por este valle hasta encontrar un lugar al sol y protegido del viento. Allí paramos al comer. Aunque el sol calienta poco, es un lugar muy cómodo para descansar.

Reponemos fuerzas con tranquilidad, pero no queremos entretenernos. La sombra de la montaña amenaza con dejarnos helados. Retomamos el camino. Una senda baja con facilidad a la vera del Arroyo de la Portilla. De nuevo un robledal fantasmagórico nos acoge.
Descendemos por un robledal al lado del arroyo de la Portilla

Ahora todo el camino es cuesta abajo, así que no hay que esforzarse demasiado. La senda cruza en ocasiones el curso del arroyo, unas veces por un lado, otras por el otro. No es un valle muy profundo, pero en algunas zonas el sol no llega en mucho tiempo. Hay escarcha y piedras con hielo.
Siempre a la sombra al lado del arroyo

Este sería un lugar muy adecuado para cuentos de brujas y fantasmas. Al lado del camino nos llama mucho la atención un hongo de color amarillo intenso con aspecto de gominola. Es un Tremella Mesentérica.
Hongo gominola o Tremella mesentérica

Seguimos hacia abajo. Estamos haciendo una ruta circular y, aunque el camino es relativamente cómodo, se hace bastante largo.
Cuesta abajo, al lado del arroyo

Por fin salimos a una pista más amplia y en muy buen estado. Hemos abandonado el valle en sombras y ahora nos da de nuevo el sol. El fotógrafo se ha olvidado de tomar fotos de este tramo. El recorrido es largo pero muy cómodo. 
Primeros tramos de la pista. Todavía a la sombra

Llegamos por fin al lado de Vegaquemada. Cruzamos la carretera, seguimos un tramo por pista y entramos al pueblo. Es pronto, así que decidimos parar en el camino de vuelta para ver el Belén de Cerezales. Algunos no lo conocían todavía.
Visitando el Belén de Cerezales

En medio del pueblo de Cerezales del Condado, hay un pequeño edificio que alberga un fantástico Belén. Figuras en movimiento, noche y día, tormentas, oficios populares. Hay muchos detalles bonitos y entrañables para descubrir. Una visita muy interesante, especialmente para niños, pero también para adultos.

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