Dejamos atrás Puebla de Lillo, con una mañana fresca, con nubes y claros. |
El inusual colorido de las hayas en estas fechas era debido a las heladas acaecidas en el mes pasado. |
El recorrido permite admirar continuamente, de lejos y de cerca, los hayedos de esta zona. |
También esta vez tuvimos acompañantes caninos, aunque uno de ellos se nos unió inopinadamente al inicio de la ruta. |
Llegamos por fin a La Cervatina. |
En el collado Ferreras, avistando ya el embalse del Porma, alcanzamos el punto más elevado del itinerario. |
Tras la comida, continuamos pacíficamente el recorrido circular hasta Puebla de Lillo, disfrutando de una buena tarde primaveral. |
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