En Ribadelago Viejo, la mañana se presentaba algo nublada, pero las temperaturas iban a ser más bien cálidas. |
Tras alguna pequeña desorientación, por fin conseguimos encontrarnos todos y disponernos para comenzar el recorrido. |
Después de un primer trecho de camino bueno, se comienza propiamente a atravesar la garganta, sorteando rocas y peñascos. |
Aprovechamos el paso por un collado para hacer la habitual parada de avituallamiento. |
Poco después nos encontramos con la poza de las Ninfas. |
Y, más adelante, bordeamos una bonita laguna... |
... donde algunos hubieran deseado dar por terminado el paseo. |
Pero hay que seguir avanzando, por un terreno que cada vez resulta más dificultoso. |
Al final, no llegamos a la Cueva de San Martín, pero pudimos comer y disfrutar del agua y el paisaje junto a esta poza e impresionante cascada. |
Y así nos despedimos hasta el mes de septiembre. |
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