El día amaneció bastante nuboso y húmedo, lo que probablemente desanimó a algunos de los participantes habituales. Sin embargo, el tiempo fue mejorando conforme avanzaba la jornada, y la tarde fue magnífica.
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| Un par de amigos gatunos nos dan la bienvenida al llegar al pueblo. |
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| De momento conviene ir bien abrigados, porque se hace sentir el frío de la nieve recién caída. |
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| Hacemos una breve parada antes de iniciar las primeras cuestas... |
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| ... y, un poco más arriba, otra para admirar el paisaje que nos rodea. |
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| Luego vino el inevitable encuentro con la nieve, que, aunque no era mucha, resbalaba bastante. |
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| Alcanzamos el collado, e incluso hubo un intento serio de hacer la cumbre, pero, viendo las dificultades que podría tener el descenso, optamos finalmente por buscar un lugar más asequible para colocar el Belén. |
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| Y en este recóndito hueco en la roca dejamos nuestro Belén, ... |
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| ... y comenzamos a entonar los tradicionales villancicos. |
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| Tras la comida, nos dispusimos a regresar, dejando en el collado de vigilante a "Ruperto". |
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| Y así recorrimos los últimos pasos de esta caminata, con las ruinas del castillo de Aviados al fondo. |
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| Y, cómo no, en Aviados nos despedimos de nuestros gatos favoritos, ... |
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| ... a los que les costaba despegarse de nosotros (o de nuestro coche). |
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| ¡FELIZ NAVIDAD, Y HASTA LA PRÓXIMA! |
