La jornada amenazaba con ser bastante húmeda y sólo los más valientes se presentaron a la hora convenida. Pero finalmente no nos llovió, aunque durante casi todo el recorrido nos vimos envueltos en una densa niebla.
Un buen lugar para guarecerse, junto al camino. |
Entramos en el bosque. |
Los gnomos del bosque nos dan la bienvenida. |
En el collado de La Mata. Inútil asomarse al mirador. |
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