Trekking

Trekking

viernes, 20 de febrero de 2015

Pola de Gordón - 8/02/2015

Tras las intensas nevadas de los días anteriores, pocos estaban dispuestos a aventurarse de nuevo a caminar sobre la nieve. Pero un pequeño grupo de "irreductibles" no quiso desaprovechar la oportunidad y el buen tiempo, y se planteó un recorrido sencillo desde Pola de Gordón por el camino que conduce al Cueto San Mateo.


Al llegar a Pola de Gordón nos econtramos con más de 1 metro
de nieve, poco espacio para aparcar y abundantes carámbanos.
Iniciamos la marcha bien pertrechados con los pertinentes equipamientos.
En nuestros primeros pasos ya pudimos observar algunas
de las consecuencias del temporal de nieve en este lugar.
La fría y soleada mañana animaba a caminar con decisión por el
primer tramo del camino, con el paso ya abierto y la nieve pisada.


Pero un poco más adelante hubo que comenzar a abrirse paso por una
zona menos transitada, y no todos se sintieron capaces de continuar.
Enseguida hubo oportunidad de poner a prueba el
único trineo con el que contábamos en esta ocasión.
Luego, continuamos ascendiendo hacia el Cueto San Mateo, ...
... pero al no encontrar ninguna zona despejada apta
para "trinear", decidimos volver sobre nuestros pasos...
... e instalarnos en una buena ladera sobre el camino.
Así se veía el Cueto San Mateo desde nuestro "campamento".
Curiosamente, esta vez el trineo fue menos utilizado que las
raquetas, que despertaron una gran afición en algunos/as.

Al inicio de la tarde, decidimos acometer de nuevo la construcción de un iglú.
Esta vez se notó la experiencia adquirida, y la colaboración de todo el equipo, ...
... de modo que la construcción fue bastante eficaz, aunque
volvió a faltarnos un poco más de tiempo para concluirla.
Finalizamos la operación con la apertura de la puerta, a base de serrucho.


Así se veía el interior del iglú, ...
... que acabó sirviendo de punto de arranque para el descenso con el trineo.
Ya de vuelta, pudimos comprobar que las grandes acumulaciones de nieve esconden
algunos riesgos, como la posibilidad de ser de pronto engullidos por ellas...
... y hundirse hasta llegar casi a desaparecer.
Con el sol escapándose por momentos, dimos los últimos pasos del recorrido,
unos caminando con facilidad gracias a las raquetas y otros... como mejor pudieron. 
Al final, era lógico que acabáramos casi todos derrengados, pero
con buenos ánimos para emprender pronto la próxima aventura.